¿Qué es la agricultura de carbono, su definición, cuál es su objetivo, créditos de carbono?
Agricultura de carbono - una "nueva" tendencia en agrotecnia
La agricultura de carbono es un concepto muy popular últimamente, indisolublemente ligado al cambio climático y al calentamiento de la atmósfera. Los gases de efecto invernadero son responsables del aumento de la temperatura en nuestro planeta. Se estima que la agricultura es responsable de la emisión del 12% de estos gases a escala global. Y son precisamente estos gases los que están en el centro de atención de la agricultura de carbono.
Su definición podría ser la siguiente: "gestión del carbono a nivel de explotación agrícola con el fin de mitigar el progreso del cambio climático". Esta gestión se refiere tanto a la producción animal, donde el gas de efecto invernadero es el metano CH4, como a la producción vegetal, donde este gas es el dióxido de carbono. En resumen, se trata de capturar el carbono (la llamada secuestración) de estos gases e incorporarlo, en el caso de la producción vegetal, al ciclo del suelo (CO2).
Realidad de la Unión Europea La legislación de la UE pone gran énfasis en las prácticas destinadas a reducir el impacto negativo de la agricultura en el medio ambiente. Con este fin, se ha desarrollado un programa llamado Pacto Verde Europeo que reúne muchas iniciativas destinadas a lograr la neutralidad climática de Europa para 2050. Por supuesto, también se prevén iniciativas para la agricultura, incluyendo restricciones en el uso de fertilizantes minerales o productos fitosanitarios. Las acciones destinadas a cumplir con los requisitos de estas iniciativas se han incluido en los ecoesquemas, que son obligatorios para los agricultores polacos desde 2023. El más grande de ellos es el ecoesquema llamado: Agricultura de carbono y gestión de nutrientes.
Objetivo de la agricultura de carbono
Reducción de emisiones Mediosnte el cambio de prácticas agrícolas, como la minimización de la labranza, el uso de fertilizantes de precisión, y una mejor gestión del ganado. La agricultura de carbono busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con los cultivos. La captura de carbono se logra promoviendo la salud del suelo, la rotación de cultivos, la agricultura de conservación, la reforestación y otras prácticas. La agricultura de carbono aumenta la cantidad de carbono almacenado en el suelo y en las plantas, extrayendo efectivamente CO2 de la atmósfera.
Nada nuevo
Es importante destacar que las prácticas dentro de la agricultura de carbono han sido implementadas por los agricultores durante años. Estas acciones tienen como objetivo principal mejorar la calidad de los suelos aumentando su contenido de materia orgánica. La materia orgánica, que luego puede convertirse en humus, es esencial para:
- retener agua valiosa
- almacenar nutrientes que, en caso de lluvias intensas, no son lavados del complejo de adsorción
- intensificar la vida microbiológica del suelo
- mejorar la estructura, lo que permite una mejor penetración de las raíces y acceso a recursos de agua y nutrientes más profundos.
Créditos de carbono
Los créditos de carbono son un mecanismo de mercado que permite a los agricultores obtener beneficios financieros de sus actividades relacionadas con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y el secuestro de carbono. Los agricultores que implementan prácticas de agricultura de carbono pueden generar unidades de reducción de emisiones (llamadas créditos de carbono), que luego pueden vender a empresas y organizaciones que buscan compensar sus emisiones de dióxido de carbono. De esta manera, se crea un sistema de incentivos económicos para que los agricultores adopten métodos de producción más sostenibles, contribuyendo al mismo tiempo a los esfuerzos globales para combatir el cambio climático.
Resumen
La agricultura de carbono, también conocida como agricultura de baja emisión, es un enfoque destinado a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la captura de carbono por el suelo y las plantas. Es parte de un movimiento más amplio llamado agricultura regenerativa, que busca revertir el impacto negativo de los métodos agrícolas tradicionales en el medio ambiente. Se puede decir que la agricultura de carbono amplía el rango de prácticas que ya se han implementado en las granjas durante años. Para la nueva política, estos han sido detallados en ecoesquemas, y la elección de estos influirá en las tasas de subsidio por hectárea que recibimos. Algunas de estas prácticas serán más fáciles de cumplir al elegir ecoesquemas, como la siembra de cultivos intermedios, mezclar paja o estiércol con el suelo, o simplificaciones de cultivo donde ya se aplican. Otros tendrán que ser planificados, como una estructura de cultivo diversificada que indica que el cultivo dominante en la estructura de siembra no puede ocupar más del 65% del área cultivada de la granja. En muchas granjas, por ejemplo, los cereales ocupan el 70-80% del área.




