Ventajas y desventajas de arar el campo de vertedera (labranza tradicional) Ciertamente no se puede decir que el arado sea una tecnología obsoleta que desaparecerá y ya no se utilizará. Por ahora, los fabricantes de arados siguen funcionando bien, como lo demuestra también el desarrollo de estas herramientas. Un arado moderno puede trabajar con GPS, lo que siempre mantiene un surco recto, incluso en suelos con gran variabilidad. El mayor inconveniente del arado es la creación de una suela de labor - ocurre especialmente cuando trabajamos en suelo demasiado húmedo.

Para reducir el riesgo de crear capas compactadas, muchos fabricantes ofrecen arados "on land", donde todas las ruedas del tractor se mueven sobre tierra firme, no en el surco. Estas máquinas también permiten trabajar con neumáticos gemelos, lo que reduce la presión del tractor sobre el suelo. El arado cubre completamente los residuos de cosecha, lo que no es beneficioso desde el punto de vista de los procesos microbiológicos de transformación de la materia orgánica. Antes de que los residuos vegetales lleguen al fondo del surco, vale la pena mezclar el cultivo de cobertura o los restos de paja con una grada de discos. Las máquinas Rolmako U652 (grada/rastra de dicos pesada) con discos de 560 mm de diámetro o las gradas/rastras pesadas para rastrojos U671 Pro con discos de 620 mm funcionan bien aquí para mezclar grandes cantidades de residuos orgánicos.

Desafortunadamente, después del arado de vertedera, no quedan restos de plantas en la capa superior del suelo. Estos campos son mucho más susceptibles a la erosión eólica e hídrica que las tierras donde hay una capa de mantillo en la superficie. El arado airea fuertemente el suelo, lo que conduce a la mineralización del humus. El suelo fuertemente aireado se seca intensamente, por lo que en esta tecnología de cultivo tenemos las mayores pérdidas de agua. La solución aquí es compactar el suelo durante el arado con rodillos pesados. Vale la pena usar rodillos Rolmako, por ejemplo Campbell, después de la siembra en la tecnología de arado. Al pasar el rodillo sobre los campos, compactamos adicionalmente la capa superior del suelo, lo que mejora la retención de humedad y la emergencia de las plantas. En este ámbito, Rolmako ofrece rodillos, por ejemplo, Cambridge con anillos de 530 mm de diámetro. Los rodillos se ofrecen en anchos de 5,0 m a 9,4 m. La ventaja del arado, gracias a la mezcla regular e intensiva, es un nivel uniforme de saturación de nutrientes en el suelo en todo el horizonte húmico. Gracias a esto, las raíces de las plantas siempre tienen fácil acceso a los nutrientes.

Simplificaciones de labranza que omiten el arado (cultivo sin arado/labranza de conservación)
Debido a las desventajas mencionadas anteriormente del cultivo con arado, está aumentando el número de partidarios de los sistemas de labranza de conservación. Esta tecnología se puede dividir en varios grupos: simplificada con aflojamiento profundo de toda la superficie, labranza en franjas y siembra directa/labranza cero. La labranza simplificada con aflojamiento profundo del suelo es el método más extendido de cultivo omitiendo el arado. La máquina principal que reemplaza al arado aquí es el cultivador, en el que los dientes que aflojan la tierra están dispuestos en al menos tres barras transversales. Con el uso de elementos de trabajo adecuados, el cultivador puede trabajar a una profundidad de hasta 35 cm. Rolmako en este ámbito ofrece el cultivador multifuncional U436 para labranza de conservación con un ancho de trabajo de 2,6 a 6,0 m. Están disponibles versiones suspendidas y de arrastre con ruedas delante o detrás del rodillo compactador.

Para explotaciones más grandes, tenemos en nuestra oferta del subsolador/arado cincel con brazo Ripper U624 que permite trabajar a una profundidad máxima de 50 cm. Además, están disponibles las variantes DeepTiller (posible trabajo a 65 cm) para grandes explotaciones y empresas de servicios, y una versión ligera del arado cincel LITE para explotaciones más pequeñas.

La ventaja de reemplazar el arado con un cultivador o un arado cincel es, sobre todo, una menor aireación y volteo del suelo. La tierra se afloja, pero no se voltea en todo el ancho de trabajo del cultivador. Reemplazar solo una operación de cultivo hace que creemos condiciones para la acumulación de humus en el suelo. Una parte significativa de los residuos de cosecha se deja en su superficie, lo que reduce el riesgo de erosión eólica e hídrica. Además, la capa de mantillo en la superficie reduce la evaporación del agua del suelo. La ventaja del cultivador Rolmako U436 utilizado aquí para la labranza de conservación es su versatilidad. Esto significa que, con el uso de elementos de trabajo apropiados, el cultivador puede servir para el aflojamiento profundo antes de la siembra, así como para el cultivo superficial post-cosecha. Con una sola máquina realizamos las operaciones básicas de cultivo - esto reduce significativamente los costos de mantenimiento del parque de maquinaria.

El cultivador también está disponible en una versión más ligera PREMIUM con un equipamiento más rico de serie y otra variante para las explotaciones más pequeñas que entran en los esquemas de labranza de conservación en una versión corta de dos barras que puede trabajar con tractores de menor potencia de tracción. Desafortunadamente, después de varios años de cultivo del suelo en este sistema, se observa un empobrecimiento de sus capas inferiores en nutrientes. Debido a una mezcla menos intensiva del suelo, los fertilizantes minerales esparcidos al voleo no se mezclan con el suelo en toda la profundidad de aflojamiento. Los restos de plantas en descomposición liberan nutrientes, por lo que puede haber una gran diferencia en el contenido de nutrientes en la capa superior y más abajo, por ejemplo, a 20 cm. Aquí la solución es la aplicación subsuperficial de fertilizantes, principalmente P y K (potasio y fósforo) durante el aflojamiento profundo con el cultivador Rolmako U436 con siembra de fertilizante a dos profundidades. Los nutrientes colocados más profundamente estimulan adicionalmente el desarrollo del sistema radicular.

Cultivo en franjas
El cultivo en franjas, también conocido como Strip-Till, se está volviendo cada vez más común en nuestros campos. Este método consiste en cultivar y aflojar profundamente el suelo solo en una franja estrecha donde se siembran las semillas. El Strip-Till se recomienda especialmente para el cultivo de plantas de raíces profundas como la colza, la remolacha azucarera o el girasol. En este sistema de cultivo, prácticamente no hay mezcla ni aireación del suelo. Las capas más profundas del perfil del suelo, penetradas por las raíces del cultivo anterior, se alteran mínimamente. Una ventaja absoluta de esta tecnología de cultivo es la posibilidad de aplicar fertilizantes P y K (potasio y fósforo) en profundidad en el suelo. Una desventaja del cultivo en franjas puede ser el daño a las plantas por roedores de campo, principalmente topillos. Debido al aflojamiento de una franja estrecha de suelo, los animales solo se alimentan en esta área y no se mueven a las áreas no aflojadas del campo.

Las máquinas para el cultivo en franjas ofrecidas hasta ahora generalmente estaban disponibles en grandes anchos de trabajo, lo que requiere trabajar con tractores de más de 300 CV. Sin embargo, el mercado no permanece estático. Cada vez más frecuentemente están apareciendo máquinas que pueden trabajar con tractores de incluso 150 CV. Rolmako también introducirá pronto en su oferta máquinas para el cultivo en franjas. En el cultivo en franjas, se pueden omitir otras operaciones de cultivo, por ejemplo, el cultivo con cultivador o grada de discos. Se obtienen muy buenos resultados cultivando y sembrando directamente en el rastrojo. Aquí, para estimular la germinación de las semillas de malezas y del cultivo anterior, se utilizan gradas de púas flexibles para rastrojos, por ejemplo, Rolmako SpringExpert o la grada rotativa a discos estrellados MATRIX. En caso de compactación excesiva del suelo en el cultivo Strip-Till, el cultivo más efectivo lo realizará el subsolador/arado cincel Rolmako U624 con brazo Ripper.

Cultivo No-Till
El cultivo cero es un método prácticamente inexistente en Polonia. La condición para el éxito del cultivo en esta tecnología es una estructura ideal del suelo, que naturalmente es rica en nutrientes y agua, por ejemplo, los chernozems. Estos suelos se caracterizan por un nivel de humus muy alto, incluso hasta 5 m. Para el cultivo en esta tecnología se utilizan sembradoras especiales que trabajan directamente sobre el rastrojo. En este sistema de cultivo, el suelo no se afloja con otros aperos.

Aquí está, en resumen, una comparación de los cuatro sistemas de cultivo del suelo: tradicional, de conservación, en franjas y cero.
Cultivo tradicional (convencional)
Descripción: implica varias pasadas con diferentes implementos de labranza, incluyendo el arado.
Ventajas: puede ayudar a controlar malezas y plagas; prepara el suelo para la siembra.
Desventajas: puede provocar erosión del suelo; aumenta el consumo de combustible y tiempo; puede causar compactación del suelo.

Labranza de conservación
Descripción: cultivo del suelo sin arado. En su lugar, se utilizan implementos como cultivadores de labranza de conservación, arados cincel o gradas de discos.
Ventajas: Menor erosión del suelo; ahorro de tiempo y combustible; conservación de la estructura del suelo.
Desventajas: Puede requerir mayor uso de herbicidas; desafíos iniciales en la transición desde métodos tradicionales.

Labranza en franjas
Descripción: Implica cultivar solo franjas estrechas de suelo donde se plantarán los cultivos, dejando el resto del suelo intacto.
Ventajas: Ahorro de combustible y tiempo; reducción de la erosión; mejor infiltración del agua.
Desventajas: Puede requerir equipo especializado; necesidad de una gestión más precisa.

Labranza cero (siembra directa)
Descripción: No hay labranza mecánica del suelo. La siembra se realiza directamente en los residuos de cultivos de la temporada anterior.
Ventajas: Máxima protección contra la erosión; ahorro de tiempo y combustible; conservación de la humedad del suelo.
Desventajas: Puede requerir mayor uso de herbicidas; desafíos en el manejo de residuos de cultivos.

Resumen
La elección del sistema de cultivo adecuado depende de muchos factores, incluyendo el tipo de suelo, el clima, el equipo disponible y los objetivos y valores del agricultor. La labranza de conservación, en franjas y cero tienen un mejor impacto en la salud del suelo y reducen el riesgo de erosión en comparación con los métodos tradicionales. Son más eficientes en términos de consumo de combustible, tiempo y rentabilidad general de la explotación en comparación con la labranza tradicional. La labranza tradicional y mecánica puede ser más eficaz en el control de malezas sin el uso de herbicidas en comparación con los sistemas de labranza de conservación y cero, que pueden depender más del control químico de malezas. Cabe señalar que los fabricantes de maquinaria agrícola, como Rolmako, están desarrollando constantemente nuevas tecnologías y soluciones que permiten a los agricultores elegir el método de cultivo que mejor se adapte a sus necesidades y condiciones ambientales. Estas innovaciones incluyen maquinaria avanzada para labranza de conservación que minimiza la perturbación del suelo mientras proporciona un control efectivo de malezas y preparación del suelo para la siembra. Gracias a esto, los agricultores pueden beneficiarse tanto de los métodos tradicionales como de los modernos, adaptándolos a las condiciones específicas de su explotación.